Lagoinha do Leste en Florianópolis: Un lugar escondido en la isla.

El sendero para llegar a Lagoinha do Leste en Florianópolis es uno de esos lugares poco explorados y una de las playas más hermosas de la isla.

Esta es la playa más salvaje de la isla y está preservada por las leyes ambientales de 1992, por lo que a diferencia de las demás no encontrarás ninguna construcción en su orilla.
Lleva algo de comer y botellas de agua para y trae tu propia bolsa para la basura.

Este sendero se puede hacer de dos maneras o por Praia do Pântano Sul, que tarda unos 40 minutos en llegar, o por Praia do Matadeiro, más extensa y agotadora y con una duración de 2 horas y media.

Nuestro consejo número uno es hacerlo saliendo de Praia do Matadeiro .
La pregunta ahora es, pero ¿por qué tomar el camino largo y agotador?
La respuesta es que las imágenes aquí son impresionantes y vale la pena cada esfuerzo realizado. Lo mejor es hacerlo por Praia do Matadeiro y regresar por Pântano do Sul .
Nuestro segundo consejo es que si vas en coche déjalo estacionado en alguno de los varios estacionamientos que existen en Matadeiro y Armação y luego regresa en bus hasta aquí, el boleto es muy barato y vale la pena.
Es mejor volver a Praia do Pântano , ya que estarás cansado y con el fuerte sol haciendo que el camino de regreso por Matadeiro se vuelva muy agotador.

 

Comenzando el sendero de Lagoinha do Leste

 

Ve hasta el final de Praia do Matadeiro en la esquina izquierda y verás algunas casas y un pequeño camino que conduce a la cima de la colina. Siga el sendero al final de las casas y encontrará un cartel sencillo con el inicio del sendero.

 

 

Primera sección del sendero

 

Ahora comienza la parte que posiblemente sea la más dolorosa o cansadora.
Siempre es bueno estar con un trozo de rama encima para dar paso y alejar las telarañas que puedan surgir o para apoyo al caminar.
Este tramo es el más cálido por la vegetación densa y cerrada.

 

 

Como no se ve la costa del cerro ni el mar en ningún momento, la vegetación es muy cerrada lo que la vuelve más viciada.
Se tarda unos treinta minutos en caminar entre la maleza para empezar a ver los primeros trazos de la costa con sus verdes colinas, mar azul y rocas de todos los tamaños.
Intenta no detenerte demasiado en este tramo, ya que los insectos, arañas y lagartos pueden provocar el corte del sendero.
Nuestra primera vista después de dejar la sección cerrada es impresionante. En esta parte pensarás que casi has llegado. Pero calma, aún falta un buen tramo.
Así que ve lentamente admirando el paisaje que está cambiando todo el tiempo.

 

Caminando por la ladera

 

La caminata continúa por la ladera del cerro a través de campos abiertos. La exposición al sol es muy alta, así que mantente hidratado todo el tiempo.
Sigue el camino delimitado por el camino de tierra más desgastado. Cuando esté completando casi 1 hora y media a dos horas de recorrido, comenzarás a ver una hermosa formación rocosa como si fuera una grieta en la ladera de la colina.
Estarás «casi» llegando a tu destino final. Caminamos un poco más y vimos la tan esperada playa Lagoinha do Leste .
Hermoso, salvaje y totalmente intacto no hay palabras para describir la vista desde lo alto de la colina, simplemente indescriptible.

 

 

Merece la pena sentir fatiga y sudor.
Ahora, aproximadamente otros 20 minutos caminando cuesta abajo. El descenso del cerro es bastante doloroso, dado que hay varias rocas en el camino, ten cuidado de no tropezar y lastimarte.

 

Playa Lagoinha do Leste

 

Tan pronto como llegamos a la playa se ve una laguna.
Es una laguna de agua dulce donde muchas personas acampan en el verano desde el tramo del sendero de Pântano do Sul.
Este también es un buen punto para aquellos que no han descansado previamente, porque a los lados de la laguna a veces hay algo de sombra.
El agua de la laguna es muy buena para lavarse la cara y renunciar a eso para seguir la caminata, o simplemente tirarse aunque haga calor.

 

 

La playa es hermosa, pero las aguas son muy fuertes y ya que aquí no hay guardavidas, ten cuidado. Al entrar en el mar en algunos tramos, el banco de arena es más profundo, lo que hace que las olas ya sean más grandes en el borde.